Colosenses 3:10-11 “ Y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creo se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”.
Nosotros no tenemos necesidad de un conocimiento más profundo aparte del que Dios nos ha revelado a través de su Palabra, a través del mensaje del evangelio.
El éxito en la vida cristiana consiste en hacer un esfuerzo para “creer” mejor. Necesitamos creer en el evangelio, empaparnos, sumergirnos en el evangelio, porque ese es el único combustible que nos va a permitir correr la carrera “con paciencia, con los ojos puestos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe” (Hebreos 12:1-2).
Actualmente enfrentamos los mismos peligros y amenazas que los creyentes de Colosas enfrentaron, nosotros también estamos rodeados de falsos maestros, y necesitamos recordar lo que Dios ya hizo a nuestro favor.
Recuerda que nuestra identidad, nuestra realización como creyentes, no depende de lo que nosotros hagamos, o podamos lograr. Nuestra realización y nuestra identidad, depende del hecho que estamos en Cristo, Él es todo, en todos.
Todo el mundo se estima demasiado, y allí precisamente es donde está su problema. Quieren mirar dentro de sí mismos y verse como una gran cosa; cuando la realidad es que nosotros no valemos nada por nosotros mismos; nuestra valía está en Cristo.
Querido hermano, sumérgete y empápate en el evangelio, recuerda el evangelio todos los días de tu vida, con los ojos siempre puestos en Jesús. El evangelio no es el A,B,C de la vida cristiana, es el A a la Z de la vida cristiana.