Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en nuestros deleites”.
Muchas veces cuando pedimos, pedimos cosas que no edifican nuestras vidas y pedimos para nuestros deleites. Puedes acercarte a Dios y pedirle todo lo que quieras, siempre y cuando este dentro de su voluntad. Por lo tanto, dice Hebreos 12:2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”.
Santiago 1:6 nos enseña que pidamos con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra”. Mateo 15:21-28 habla de la fe de la mujer cananea, esta mujer tuvo la certeza y la convicción de que Jesús tenía todo el poder para cumplir su deseo. ¿Te has acercado a Cristo de la misma manera?
Si dudas que Dios puede hacer posible tu imposible, entonces no estas creyendo que él tiene el poder para hacerlo y la Palabra de Dios dice: “que sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
Recuerda que todo lo que le pidas a Dios siempre debe de ir alineado a su voluntad y al propósito que él tiene para tu vida. El hijo prodigo que relata Lucas 15:11-22, pidió toda su heredad a su padre para vivir desenfrenadamente, para gastar en sus placeres y vivir lejos de su padre; y después que lo malgasto todo paso por muchas necesidades.
La próxima vez que te acerques a Dios a pedirle algo, recuerda que todo debe ser de acuerdo a su voluntad.