Gálatas 5:16-17 “Digo pues; Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”.
Andar en el Espíritu es vivir una vida, donde la dirección del Espíritu Santo sea evidente en cada momento de nuestras vidas.
En Juan 14:26 dice que el Señor iba a dejar el Espirítu Santo con nosotros y él nos guiaría a toda verdad. Esa guianza del Espíritu Santo ministrando a nuestro corazón, es para que todo lo que se produzca en nuestras vidas sean aquellas prácticas y actos que realmente Dios quiere que nosotros practiquemos.
La palabra “andar” significa: vivir. Por lo tanto tenemos que vivir en el Espirítu. Este versículo también hace contraste de no andar en la carne. Y los deseos de la carne comienzan hablando acerca de inmoralidades, en Gálatas 5:19, como es el adulterio y la fornicación; pero también habla de enemistades, pleitos, iras, contiendas.
La carne no sabe cómo se resuelve algo de manera correcta porque está dañada por el pecado, y hace que actuemos y respondamos con ira, enojo, gritos y con pleitos. Tú puedes evaluarte si andas en el Espirítu o en la carne en la manera en que te conduces, en como reaccionas o respondes a otros.
En Efesios 4:1 dice: “yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados”. Y fuiste llamado a andar en humildad, mansedumbre, paciencia y amor (Efesios 4:2), estos elementos son parte del fruto del Espíritu.
No estas llamado a ser guiado por tus instintos, emociones, pensamientos, deseos, o por tu voluntad. Estas llamado a vivir bajo la guía del Espirítu Santo.