Marcos 1:35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”
La biblia nos enseña que el Señor Jesús se levantaba bien temprano e inmediatamente buscaba la presencia de Dios Padre. Esto quiere decir, que Jesús oraba para entrar en comunión y conocer la voluntad de Dios para su vida.
Para Jesús no había distracciones, él sabía la importancia de la comunión con el Padre y por eso le buscaba desde temprano en la mañana.
La oración es un momento de intimidad que tenemos con Dios, un espacio donde le damos gracias, le pedimos protección, le contamos nuestros problemas, donde le permitimos que nos hable. Conversamos con Él acerca de nuestro día a día.
Hoy tenemos la televisión, el internet, las redes sociales, los teléfonos inteligentes, Netflix, YouTube, etc. Todas ellas buscan alejarnos del Padre, de la bendición. En muchas ocasiones impiden que entremos en intimidad con él. Una de las mejores lecciones que he podido aprender está en Mateo 6:33 “más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Ten fe que Dios añadirá lo que necesitas, en su tiempo, en su tiempo.
Te invito a restablecer esa comunicación con el Padre y veras como el empezara a obrar y a entregarte las peticiones de tu corazón. Inicia por establecer un lugar secreto en tu casa, puede ser tu cuarto o un lugar especial de tu casa para hablar con Él; pero recuerda que debes buscarle temprano, de mañana y entregarle tu día para que todo te salga bien. Es necesario que también leas la palabra para que aprendas a conocerle y a entender el propósito que tiene para ti. Dios te hace una promesa en Mateo 6:6 “tú Padre que ve en lo secreto, te recompensará”; Esto quiere decir que los deseos de tu corazón se cumplirán, y los demás verán como tu Dios te recompensa, y cuando se pregunten, ¿cuál es el secreto de tu prosperidad, de tu éxito?, tu les dirás: “el lugar secreto”.