Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.
Tal vez estas pasando por sufrimiento hoy y quisieras saber cómo lidiar con esa aflicción. La respuesta se encuentra en la Palabra de Dios, en Santiago 1:12 “Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman”. Y los que aman a Dios son los que tienen fe verdadera, y la fe verdadera es probada por aflicciones de muchas maneras.
Según lo que declara la Palabra de Dios la aflicción no se limita solo a los creyentes, recordemos lo que dice Job 5:7 “Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción”. Todo ser humano sin distinción pasa a través de pruebas.
Algunos piensan que cuando uno viene a Cristo, de alguna manera Dios los exime de ciertas pruebas y aflicciones, pero esto no es así. El Señor Jesús nos dice: “en el mundo tendréis aflicción, mas confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Esta es una promesa, en este mundo caído vamos a sufrir, la diferencia es como una persona reacciona ante la aflicción. El creyente demuestra que él tiene una fe genuina; mientras que las pruebas en una persona que no conoce a Dios, tienen un efecto negativo.
Un creyente que ama a Dios persevera en medio de la prueba, como Job, sale victorioso. La fe de un hijo de Dios no se destruye por las pruebas que el sufre en esta vida, el permanece firme hasta el fin porque: “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31). No importa lo que venga pues sabemos que el poder de Dios Padre es por nosotros.