Marcos 1:16-17 “Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés su hermano, que echaba la red en el mar; porque eran pescadores. Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres”.
Es imposible tener una relación cercana con una persona tan extraordinaria y tan maravillosa como nuestro Señor Jesucristo y no desear que otros también le conozcan y que tengan una relación personal con él. No hay que ser un doctor en teología o tener más de veinte años en la fe para ser un pescador de hombres; Lo único que se requiere es tener una relación personal con el Señor Jesucristo. El estar cerca de él nos capacitara para ser pescadores de hombres.
La mujer samaritana no tuvo que tomar un curso de evangelismo para decirle a todo el pueblo: “vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho, ¿no será este el Cristo?” y por el testimonio de esa mujer muchos de los samaritanos creyeron en Jesús (Juan 4:39).
El llamado del Señor Jesucristo es a adentrarnos en el océano de este mundo para rescatar hombres, mujeres, y niños de la perdición y de la condenación del pecado con la red del evangelio. No puedes sentarte en la iglesia domingo tras domingo esperando que los peces salgan del agua y se metan en la red. Así no se pesca, hay que salir a buscarlos, hay que meterse en la barca y salir a pescar.
Estos hombres a los que Jesús llamo, conocían muy bien los riesgos de la pesca, ellos sabían muy bien lo que era estar en medio de una tempestad, pero también conocían la alegría de una buena pesca.
Nosotros fuimos llamados a compartir el evangelio y el único que puede convertir un alma es Jesús, pero él ha decidido hacerlo a través de la predicación del evangelio. Así que encárgate tú de predicar y deja el resultado en sus manos porque el sigue siendo poderoso para salvar al más duro de los hombres. “El evangelio es poder de Dios para salvación” (Romanos 1:16).
Querido hermano, predica el evangelio, tú no sabes lo que él va hacer con esa red, ¡vete al océano, busca a los pescadores y tírales la red del evangelio!