Proverbios 22:6 “instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartara de él”.
La rebeldía y la delincuencia juvenil aumentan cada vez más, al igual que los embarazos en los adolescentes, los problemas emocionales y el suicidio en los adolescentes.
Dios diseño la sociedad humana para que sus integrantes recibieran su primera formación en el hogar, y si los niños crecen sin esa formación el resultado que cosecharemos será terriblemente desastroso.
Padres, es de suprema importancia que entendamos la posición de autoridad en que Dios nos ha colocado, es Dios quien nos ha provisto de esa autoridad y el espera que nosotros hagamos uso de ella para el bien de nuestros hijos, de la sociedad, de la iglesia, de la nación y aun para nuestro propio bien. “Porque el que engendra un necio, para su propia tristeza lo engendra” (Proverbios 17:21)
Los hijos necesitan autoridad y si los padres no les proveen el liderato que necesitan, lo buscaran en otro lado, ellos encontraran a otra persona fuera de la familia que les dirá lo que deben hacer y tal vez no será algo bueno. Los hijos necesitan a alguien a quien seguir, alguien a quien ellos puedan darle su lealtad.
Dios espera que nosotros funcionemos como padres, tenemos el deber de instruir a nuestros hijos, de exigir que ellos escuchen con cuidado esa instrucción. Hermanos no podemos quedarnos en los síntomas de la enfermedad, tenemos que descubrir la raíz del problema y corregir el problema. Es posible que algunos se estén dando cuenta que su hogar tiene fiebre y solo se están limitando a poner bolsas de hielo. Evaluémonos delante de Dios y hagamos las enmiendas necesarias para que nuestros hogares sean lo que Dios quiere que sean. Tenemos el manual de Dios para el buen funcionamiento de nuestros hogares “Sea Dios veraz y todo hombre mentiroso”. Y si alguien te dice que eres un exagerado recuerda: “Que el que hace la voluntad de Dios permanecerá para siempre”.