Mateo 7:13-14 “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hayan”.
Estas dos opciones tienen que ver con la vida y la muerte. Tristemente muchos deciden escoger el camino de la perdición por lo que el mundo les ofrece (la puerta ancha y espaciosa), pues hallan placeres, comodidades, y no piensan que hay más allá de la muerte; ya que no creen que después de la muerte haya nada.
No obstante, otros elegimos la opción de la vida (la puesta estrecha), en la cual nos sacrificamos diariamente para obtener el galardón de la eternidad.
El deseo de nuestro Señor es que nadie se pierda, pues el envió a su único Hijo a morir en una cruz para comprar a precio de sangre la salvación de todos.
Su Palabra dice en Romanos 6:23: “la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Ese es el último objetivo de todo, vivir una eternidad al lado de nuestro Señor Jesús.