1 Samuel 25:23-24 “Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su rostro delante de David, se inclinó a tierra; y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mi sea el pecado; más te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva”.
En este capítulo veinticinco de 1 Samuel se relata la historia de Nabal, quien era un hombre insensato o necio. Abigail era su esposa y era una mujer sabia y con discernimiento. El tercer personaje en esta historia es David quien iba a ser rey de Israel.
El comportamiento de Abigail revela un corazón sabio y con discernimiento. Una mujer que camina con Dios está preparada para actuar con sabiduría en medio de una crisis.
Al tener una conversación difícil debes tener una actitud correcta. Necesitamos aprender a distinguir entre los motivos que hay en nuestro corazón. Vengarse significa: salvarse con sus propias manos, no llegues a eso, deja que Dios lo maneje.
Romanos 12:19 dice: “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito esta: mía es la venganza, yo pagare, dice el Señor”. Y Proverbios 20:22 dice: “no digas: yo me vengare; espera a Jehová, y él te salvara”.
Si tú deseas hacer un impacto en la vida de las personas debe ser por tu forma de actuar, de hablar. Abigail no podía controlar a Nabal su esposo y tampoco podía controlar a David. Proverbios 16:32 dice: “mejor es el que tarda en airarse que el fuerte”, y Proverbios 15:1 dice: “la blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor”.
Cuando nos enfrentamos ante un problema lo que sale de forma natural son palabras severas, ásperas, palabras controladoras. Requerimos el control del Espirítu de Dios en nuestra lengua. Dios no permitirá que indefinidamente los “Nabales” en este mundo sigan viviendo sus vidas insensatas sin Dios, puede ser que vivas o trabajes con uno.
Salmos 37:1-5 dice: “No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secaran. Confía en Jehová y haz el bien; y habitaras en la tierra, y te apacentaras de la verdad. Deléitate así mismo en Jehová, y el té concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino y confía en él; y el hará”.
Estas son increíbles promesas y si lo haces, entonces podrás vivir con los insensatos en tu vida, puedes encontrar refugio en el Señor, y dejar que él trate con los “Nabales”.