Génesis 5:22 “Y camino Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trecientos años, y engendró hijos e hijas”.
Caminar al lado de una persona que nos desagrada es algo que cada persona puede soportar solo por algún tiempo, pues es difícil permanecer al lado de alguien que te hace sentir incómodo. Pero Enoc se deleitaba en la compañía de Dios.
La biblia dice que Enoc camino con Dios trecientos años. Este hombre tomo la determinación de mantenerse apegado a Dios, caminando a su lado por el resto de sus días, y mantuvo fielmente este compromiso.
Para Enoc era un deleite vivir delante de Dios porque el realmente creía lo que el salmista escribió en Salmos 16:11 “En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre”.
Para caminar con Dios hay que sentirse atraído por él, hay que conocer por experiencia propia lo que dice David en el Salmos 36:7-8 “¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, y tú los abrevarás del torrente de tus delicias”.
Lo que encontramos en Dios es un torrente, es un manantial que nunca se acaba. En el verso 9 dice: “Porque contigo está el manantial de la vida; y en tu luz veremos la luz”. Enoc no solo se deleitaba en la compañía de Dios; sino que también en el hecho de que él había determinado transitar por el camino que Dios había trazado.
Para caminar con alguien por mucho tiempo es necesario que nos pongamos de acuerdo cuál es el camino por donde andaremos y cuál es la meta a la que queremos llegar. Amos 3:3nos dice: “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?”
Durante el tiempo que Enoc camino con Dios seguramente tuvo que luchar con la tentación de buscar deleite en muchas otras cosas, pero él se mantuvo en pie de guerra contra todas esas cosas, porque él sabía que no había nada en el mundo que fuera tan placentero, que fuera tan extraordinario y tan maravilloso como para echar por la borda la relación que él tenía con Dios.
Eso fue lo que movió a Enoc a mantenerse al lado de Dios, eso era el combustible de su existencia. ¿Quieres algo así? ¿Qué haga que tu vida valga la pena? Pues esto lo que cada creyente debería tener. Porque no hay nada más cautivador que conocer a Dios.
Enoc conoció a Dios y a partir de ese momento ya nunca más quiso apartarse de él. Él vivió abriéndole su corazón, expresándole sus inquietudes, y descansando en sus promesas. Si tú eres un verdadero creyente puedes disfrutar de lo que Enoc disfruto. Vive cada instante de tu vida abriéndole tu corazón, expresándole tus inquietudes y descansando en sus promesas.