Iglesia Cristiana Hashem

Iglesia Cristiana Hashem

«En Integridad y Sabiduría»

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: «En camino a un avivamiento» Libro de Zacarías (Martes) y «La Iglesia impulsada por la Biblia» (Domingos)

El lenguaje de la fe

2 Reyes 4:25-26 “Partió, pues, y vino al varón de Dios, al monte Carmelo. Y cuando el varón de Dios la vio de lejos, dijo a su criado Giezi: He ahí la Sunamita. Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y le digas: ¿Te va bien a ti? ¿Le va bien a tu marido, y a tu hijo? Y ella dijo: Bien”.

Nosotros vemos en la narrativa de este evento la evidencia de la verdadera fe. La verdadera fe que reconoce la providencia de Dios en las pruebas de la vida. Esta mujer Sunamita confió en Dios aun cuando todo parecía perdido y ella habla el lenguaje de la fe. Cuando las tormentas de la vida parecen caer sobre ella, en la muerte de su hijo, ella cree “que todas las cosas obran para bien a todos aquellos que aman a Dios” (Romanos 8:28).

Ella estaba muy confundida por lo que estaba sucediendo en su vida, pero ella no se estaba quejando, su testimonio es este: ¡Paz, todo está bien! (2 Reyes 4:23). Su respuesta nos deja ver la convicción de que Dios es bueno, que no comete errores y que Dios sabe lo que está haciendo.

El cristiano sabe que el dolor, la enfermedad, las pruebas, y aun la muerte en si misma son una oportunidad para testificar acerca de la bondad de Dios. Es la oportunidad nuestra para glorificar a Dios delante de un mundo incrédulo. ¿Cuál es el fin del hombre? ¡Glorificar a Dios! en enfermedad y en salud (Romanos 11:36).

El cristiano sabe que Dios está en su trono, sabe que todo está bien porque está en las manos de Dios. Él sabe que Dios esta ordenando todos sus asuntos perfectamente y su voluntad para mi es buena, agradable y perfecta (Romanos 12:2).

Mañana cuando tu salgas a trabajar, recuerda que los pasos de un cristiano están ordenados por el Señor y cuando las tormentas de la vida vengan, cada creyente debe estar listo y hablar el lenguaje de la fe y decir: “todo está bien”.

Ya sea un mal matrimonio, o sean noticias de una enfermedad terminal, ¡todo está bien! Ya sea la situación en tu trabajo o el que no tengas trabajo, el lenguaje de la fe es: ¡todo está bien!

Tus pruebas y dificultades llévalas al Señor en oración y recuerda mientras lo haces que tú tienes un Dios que está haciendo lo que es perfecto para tu vida. La fe confía en Dios en la obscuridad, cuando todas las cosas parecen perdidas la fe dice: ¡todo está bien!

Aun en mis decepciones o en mis debilidades físicas, el cristiano reconoce la providencia de Dios en sus pruebas. No te sorprendas cuando las pruebas lleguen, recuerda el lenguaje de la fe. El apóstol Pedro dice que esperemos que nuestra fe sea probada como el oro en el fuego (1 Pedro 1:7).  La intensión de Dios es santificarnos a nosotros, así que no te sorprendas cuando Dios trate de santificarte y envíe esas pruebas a tu vida, espéralas y responde a ellas en fe sabiendo que ¡todo está bien!