Colosenses 3:5-6 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia”
La Palabra de Dios es clara y a través de ella Dios nos exhorta a abandonar las cosas que nos atan a este mundo. Solo Dios y tú conocen cuáles son esas cosas terrenales que debes quitar para crecer. Su Palabra nos da unos cuantos ejemplos, pero como creyentes debemos tener el poder para analizar nuestra propia situación y empezar a erradicarlas de nuestras vidas.
Nunca olvides lo que nos recuerda la palabra, “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).
Cuando continúas atado a lo terrenal, impides que cosas espirituales lleguen a tu vida. Retrasas bendiciones. Es hora de morir a lo terrenal y empezar a gozar de la nueva vida que en Cristo Jesús tienes. Renuncia a lo terrenal y dile sí a lo espiritual y a todo lo que Dios desea darte.
Debes ser obediente y fiel, y si en algún momento te desanimas, empieza a orar, pues la Biblia nos enseña que debemos “orar sin cesar” (1Tesalonicenses 5:17).