2 Timoteo 3:16 “Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”.
¿Cómo podemos saber que es la verdad? Hoy en día hay mucha información que nos llega y que parecería tener la verdad, pero tiene error. La misma Biblia nos dice: “que han salido muchos engañadores por el mundo” (2 Juan 7). Pero la Palabra de Dios nos enseña la verdad en medio de todo este tsunami de información.
La Biblia está llena de información para todos, la Palabra de Dios nos enseña, nos redarguye, y nos reprende. Cuando tú te paras frente al espejo de la Palabra, tú puedes ver con claridad aquellas cosas que no están bien en tu vida y que necesitan ser quitadas. Porque esa Palabra “es viva y eficaz y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón” (Hebreos 4:12).
Todos nosotros tenemos puntos ciegos, pero a los ojos de Dios no hay cosas ocultas, porque todas las cosas están al descubierto y desnudas a los ojos de quien tenemos que dar cuenta.
Cuando leemos o escuchamos esa Palabra somos confrontados y su Espíritu hace que queramos ser a su imagen, que queramos parecernos a Cristo. Pero también podemos ver la falta de amor que hay en nosotros, podemos ver la amargura, el orgullo, la falta de perdón, etc. Pero Dios, como un Padre fiel, no solo nos enseña la verdad, sino que nos muestra el error y nos da convicción, nos lleva a despojarnos de ese viejo hombre y a vestirnos del nuevo hombre (Efesios 4:22-24).
Que nuestro espíritu sea afable y apacible, tierno y sereno, y que haya una fuente de perdón constante; la Palabra de Dios es un libro para toda la vida. Y dice la Biblia, “que si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad.
Hoy te invito a que habite abundantemente esa Palabra por fe en tu corazón, para que Cristo more cómodamente en ti. Esta Palabra te va a permitir, así como a Timoteo seguir adelante, mantenerte firme y seguir corriendo la carrera.