Esdras 7:10 “Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”
Esdras fue un sacerdote con un llamado especial de parte de Dios. Durante el reinado de Ciro, rey de Persia, el pueblo judío fue llamado del exilio para regresar a Jerusalén y él tuvo muchas responsabilidades como sacerdote y escriba. La Biblia nos enseña que Esdras había preparado su corazón para examinar cuidadosamente y enseñar la ley. Para tener un corazón dispuesto a Dios, debes tener en cuenta tres características especiales: 1. Ser transparente y radical: Dios no quiere que te contamines con las cosas del mundo, sino que te guardes, viviendo una vida agradable delante de su presencia. No debemos continuar practicando cosas que, por tradición habíamos aprendido o practicado. 2. Búsqueda de Dios en oración: la comunión con Dios es fundamental en la vida de todo creyente, orar sin cesar es importante para no caer ante las tentaciones (Mateo 26:41). Las tentaciones vendrán, por lo tanto hay que estar preparados. 3. Ser firme en tus decisiones: un buen cristiano debe abandonarlo todo para seguir a Cristo. No hay nada en este mundo tan importante que no nos permita seguir a Cristo.
Disponer tu corazón para servir al Señor no es una decisión basada en las emociones, es una decisión radical que tomas dejando todo atrás, para darle a él el primer lugar en tu vida. La decisión que vayas a tomar hoy no será basada en un momento de desesperación, debe ser tomada porque traerá una transformación para tu vida. Cristo desea que, así como Esdras, tú también tengas esas tres características especiales: ser transparente y radical, búsqueda de Dios en oración y ser firme en tus decisiones, que nada te haga cambiar de parecer.