1 Pedro 3:9 “No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición”.
Hay dos aspectos que podemos aprender para empezar a poner por obra en este día.
1. Nunca devuelvas mal por mal. El apóstol Pablo en Romanos 12:21 nos dice: “no seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal”. Cuando eres vencido de lo malo das cabida a que pensamientos inicuos se formen en tu corazón y el Señor nos exhorta a “guardarlo siempre, porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23). Esta misma lección la enseñó el Señor Jesús de otra forma, si alguien te da en la mejilla, ponle la otra; así es como logras vencer el mal, haciendo el bien.
2. Bendecir a los demás. No es fácil bendecir a tus enemigos o a alguien que te ha hecho mal. No se trata de hacer tu voluntad, sino la del Padre, en 1 Pedro 3:9 nos enseña que debemos bendecir a los demás. Bendecir no es más que interceder en favor de alguien, y ¿de qué manera bendigo a los demás? Santiago 5:16 dice: “orad unos por otros”. Eso es lo que debemos hacer por aquellas personas que nos hicieron mal y permitirle a Dios hacer justicia por nosotros.
Los hijos de Dios no necesitamos vengarnos ni cobrar justicia por las cosas que nos hagan, Deuteronomio 32:35 dice que la venganza es del Señor. Cuando aceptamos este verso como verdad absoluta, soltamos nuestra carga para entregársela a él, confiando que hará.