1 Tesalonicenses 5:16 “Estad siempre gozosos”.
Hay momentos en la vida que pueden determinar la felicidad o la tristeza de una persona. Eso es lo que el mundo dice, y es así como las circunstancias determinan nuestro estado de ánimo.
Esa palabra “siempre” significa en todo tiempo. Y esto nos enseña que nuestro gozo no lo determinan las circunstancias. Mi estado de ánimo no depende de si las cosas van bien o mal, mi estado de ánimo lo determina tener a Dios en mi vida, pues si lo tengo a él, lo tengo todo. El mundo a través del afán y de las riquezas dicta el estado de ánimo de muchas personas. El creyente está en el mundo, pero el mundo no determina de qué manera se deba sentir en un día determinado. Si estás atravesando por una circunstancia muy adversa, haz lo que la Palabra de Dios nos enseña: “dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses 5:18)”.
De nada sirve quejarnos, eso no hará desaparecer el problema, pero si aprovecháramos ese tiempo para intimar más con Dios, entonces nos fortaleceríamos más en él y veríamos su protección y provisión aún en medio de la tormenta.
El apóstol Pablo dice en Filipenses 4:12: “sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad”.
Nuestra actitud siempre debe ser de gozo. Lo único que determina nuestro gozo es tener al Señor Jesús en nuestro corazón y aún en medio de la tormenta él estará allí cuidando de ti.