Génesis 18:14 “¿Hay para el Señor alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo”.
La palabra incredulidad quiere decir: dificultad en creer algo, falta de fe. Cuando nuestras mentes no han sido renovadas pensamos que para Dios hay cosas imposibles. En este ejemplo del libro del Génesis, Sara no creyó que Dios podía darle un hijo, pues ya era de edad avanzada al igual que su esposo, pero Dios al conocer los pensamientos de Sara, le hace esta pregunta: “¿hay para Dios alguna cosa difícil?”
La Palabra de Dios nos enseña que para agradar a Dios es necesario tener fe (Hebreos 11:6), así que no puede haber incredulidad en nuestros corazones. El verdadero creyente no anda por vista, sino por fe (2 Corintios 5:7), no espera ver en el mundo natural para creer, no pone condiciones a Dios; Por esta razón Juan 20:29 dice “bienaventurados los que no vieron y creyeron”.
Muchos somos bienaventurados porque hemos creído, sin ver sabemos que Dios puede hacer cualquier cosa, porque él es Dios de los imposibles, Él tiene autoridad sobre todo; No seas incrédulo, permite que renueve tu mente, tus pensamientos. Romanos 12:2 dice: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.