Marcos 8:38 “Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adultera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él”.
Es triste ver a creyentes que no declaran su fe abiertamente, como si tuvieran vergüenza de admitir que fueron llamados por Aquel que dio su vida en rescate de ellos. La Palabra de Dios nos habla de un personaje que camino con el Señor Jesús y le prometió al Señor esto: “Señor estoy dispuesto a ir contigo no solo a la cárcel, sino también a la muerte” (Lucas 22:33), pero no cumplió esa promesa. Esta Persona era Pedro, su discípulo y que horas antes de ser crucificado el Señor Jesús le negó. Pero también dice que “Pedro saliendo fuera, lloró amargamente” (Lucas 22:62), lo cual nos indica que hubo un arrepentimiento genuino en su corazón por causa de esta conducta de negar a Jesús. Hoy quiero decirte que si has tenido el mismo comportamiento que Pedro, aún hay tiempo para cambiar tu destino. La Palabra de Dios nos dice que “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9), esto es lo que debes hacer si le has fallado al Señor en aceptar públicamente que él es el dueño de tu vida.