Juan 5:5-6 “Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?”.
Muchos creyentes enfrentan el día de hoy desanimo, en ocasiones también les falta fe, quizá porque no han visto el cumplimiento de sus promesas y empiezan a caer en un círculo vicioso del cual se vuelven víctimas; todo esto te lleva a un enfriamiento espiritual que termina apartándote de Dios y de la iglesia; empiezas a dejar de congregarte, ya no oras, dejas de leer la Biblia y Dios quiere que estés siempre alerta y no dar cabida a la “flojera espiritual”. El paralitico de Betesda se había acomodado tanto a esta condición que se volvió víctima de su propia condición y lo más probable es que el Señor ya se había percatado de esto y le hace la pregunta: ¿quieres ser sano? Como puedes ver la respuesta está en ti, tú eres el único que puede decidir si quedarse en esa condición o levantarse y seguir corriendo la carrera. “Mantengámonos firmes, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió“(Hebreos 10:23).