Iglesia Cristiana Hashem

Iglesia Cristiana Hashem

«En Integridad y Sabiduría»

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: «En camino a un avivamiento» Libro de Zacarías (Martes) y «La Iglesia impulsada por la Biblia» (Domingos)

Importancia de la santidad

1 Pedro 1:16 “Porque escrito esta: sed santo, porque yo soy santo”.

Gran parte de la iglesia del siglo XXI ha olvidado la importancia de la santidad en un creyente. Vemos personas que profesan ser cristianos, pero viven como ellos quieren. Por eso hoy te quiero recordar que debes rechazar el pecado y vivir en santidad, ya que es una necesidad para todo aquel que se llame cristiano.

Si quieres ver a Dios y estar con él un día en su presencia, tienes que vivir en santidad. Hebreos 12:14 dice: “sin santidad nadie verá al Señor”. El cielo es un lugar puro y limpio y por lo tanto,  nada inmundo puede entrar en él, y como nos indica  Apocalipsis 21:27, “No entrará en ella ninguna cosa inmunda”.

Es importante tener también la actitud de un corazón arrepentido para negarte al pecado y llenarte de su Espíritu Santo, quien te ayudará a ser fiel a Dios; Salmos 51:17 dice: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.

La santidad es como un cerco de protección alrededor de tu vida. Cuando vienes a Cristo, el limpia todo tu ser, pero si luego decides abrir una puerta espiritual a pecados continuos, sin arrepentirte de ellos, es una vía libre para que satanás entre y cause todo tipo de daños. Recuerda que la Biblia dice “el diablo vino solo para hurtar, matar y destruir” (Juan 10:10). Este enemigo, nunca tendrá acceso a tu vida si Dios no le da permiso, a menos que vivas en el pecado y le des acceso libre para que él entre. Es por eso que debes vivir en santidad para Dios, y si has pecado, “abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:1).

Dios vendrá por una iglesia santa y sin mancha, ni arrugas en sus vestidos (Efesios 5:27). Esta santidad tiene que ocupar las tres áreas que componen nuestro ser, es decir, “espíritu, alma y cuerpo”. La Palabra de Dios dice en 1 Tesalonicenses 5:23 “y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

Que tu deseo sea santificarte cada día más para Dios, ser valiente y con la ayuda del Espíritu Santo decirle un “NO” rotundo al pecado, porque Dios está buscando un pueblo santo para Él.