Mateo 8:24-26 “Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande, que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Él les dijo: ¿por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza”
A lo largo de tu vida vas a pasar por tormentas: malas noticias, despidos injustificados, una mala salud, un accidente, etc.
Cuando te enfrentas a tormentas en la vida, puedes tener dos reacciones: Caer en pánico o asustarte, que fue lo que les paso a los discípulos (Mateo 8:25), o Mantener la calma, como mostró el Señor Jesús (Mateo 8: 26).
De este pasaje, hay tres principios para tener paz en la tormenta:
1. Recuerda que Dios está cerca de ti, (Mateo 8:23). Jesús estaba en la barca, Dios ha prometido estar contigo todos los días (Mateo 28:20), solo asegúrate que Dios este en tu barca.
2. Recuerda que Dios cuida de ti. “Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Pedro 5:7). El capitán de tu barca es Jesús y él estará contigo y no te dejará.
3. Recuerda que Dios tiene el control. “Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza” (Mateo 8:26). Así como Jesús se levantó y reprendió al mar, de esa manera, Dios tiene el control de tu vida.
“Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31).