1 Corintios 1:4-8 “Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia; así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo; él cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo”
Si tú eres cristiano, son innumerables las bendiciones que disfrutamos como individuos y las bendiciones que disfrutamos como iglesia. Pablo dice en Efesios 1:3: “que nosotros hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual, en los lugares celestiales en Cristo”; Sin embargo muchas veces permitimos que los problemas y dificultades nos arropen, de tal manera que terminamos perdiendo de vista los enormes privilegios que disfrutamos aquí y ahora.
Corinto era una congregación llena de vida, pero también llena de problemas, y a pesar de ellos, Pablo podía ver la obra que Dios estaba haciendo con ellos. Estamos tan acostumbrados a tener la Palabra de Dios en nuestras manos, que, olvidamos el enorme privilegio que eso implica. Dios es un Dios atento, que está al pendiente y le habla a su pueblo a través de su Palabra.
Otra bendición es que nuestro estatus legal delante de Dios ha cambiado completamente, 2 Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Dios no solo ha cambiado nuestro estatus legal delante de él, sino que, además está haciendo una obra, transformando nuestras vidas, para que reflejemos cada vez más su carácter.
Por el simple hecho de estar en Cristo, lo único que nosotros recibimos de parte de Dios es bendición, aun cuando nos disciplina; cada segundo estamos disfrutando de su gracia y su favor. “El bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmos 23:6).
Cuando te sientas tentado a quejarte recuerda que eres un recipiente del favor de Dios, y que eres bendecido con toda bendición espiritual.