Efesios 6:10 “Por lo demás hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza”.
En el capítulo 5 y 6 de Efesios, el apóstol Pablo habla sobre el matrimonio, los hijos, los siervos; y al llegar al versículo 10 él dice como conclusión: “Fortaleceos en el Señor”. Porque para llevar un matrimonio, vida con los hijos, el trabajo, tenemos que darnos cuenta de que es una lucha, una batalla.
Tienes que poner de tu parte, esforzarte en las cosas de Dios, 2 Timoteo 2:3 nos dice: “Tú, pues, sufre penalidades como un buen soldado de Jesucristo”. Cuando este a tu alcance el ser santo, debes ser santo. “Ninguno que milita, se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a Aquel que lo ha tomado por soldado”. El agricultor, para poder disfrutar de los frutos debe trabajar primero.
Salmos 103:2 nos enseña: “y no olvides ninguno de sus beneficios”, olvidarte de las cosas de Dios, es una debilidad que tú tienes; a veces te olvidas de Dios como si tu fueras el dueño de tu vida. El conocimiento de nuestro Señor Jesucristo debe ser lo más importante para ti, si no tienes este conocimiento tienes la vista muy corta, eres ciego porque has olvidado que no eres dueño de tu vida.
El orgullo siempre te lleva a tu propio trono, donde tú eres el rey y se te olvida que un día rendirás cuentas a Dios. Para Dios nunca es tarde para poner su gloria en alto. El tiempo que él te da no es para jugar, no es un recreo, debes acordarte de Dios y enfocarte en él para que puedas ser fortalecido.