Iglesia Cristiana Hashem

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«En Integridad y Sabiduría»

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: «En camino a un avivamiento» Libro de Zacarías (Martes) y «La Iglesia impulsada por la Biblia» (Domingos)

A Dios lo que es de Dios

Marcos 12:17 “Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él”.

De acuerdo a la ley romana la moneda que tenía la imagen del César le pertenecía al César. Esa moneda representaba la obligación que ellos tenían con el gobierno de Roma. Al César había que darle la moneda que llevaba impresa su imagen, en reconocimiento de su autoridad.

¿Qué es entonces lo que debemos darle a Dios? Génesis 1:26-27 dice: “que después de haber hecho todo lo creado dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen conforme a nuestra semejanza. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. Todas las plantas y animales fueron creados según su género y especie, pero el hombre fue creado a la imagen de Dios. Por lo tanto, todo ser humano se debe por entero a Dios.

Ningún ser humano se hizo solo; y hoy quiero decirte que tú no tienes el control de tu vida; no sabes lo que va a pasar en el próximo minuto. Tú te mantienes respirando en este momento porque Dios mantiene trabajando tu aparato respiratorio. Por lo tanto, dale a Dios que te creo, que te sostiene, y puso su imagen en ti, lo que le pertenece.

No es una parte de ti, es TODA tu vida. Los fariseos pensaban que era suficiente con llevar a cabo unos cuantos rituales, algunas ceremonias religiosas, y vivir bajo cierto estándar de moralidad. El problema es que el ser humano quiere vivir para el mismo, quiere hacer su propia voluntad y no quiere darle a Dios lo que le pertenece, pues el pecado en el ser humano ha distorsionado la imagen de Dios.

Pero la buena noticia es que para eso vino Cristo al mundo. Es por eso que Dios en su amor nos llama a arreglar nuestras vidas. Arrepiéntete de tus pecados, confía únicamente en Cristo y en su obra de redención; es así como tu empiezas a darle a Dios lo que es de Dios. Juan 5:23 dice: “el que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió”.