Jueces 4:9-10 “Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes. Y junto Barac a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando; y Débora subió con él”.
¿Cómo podemos actuar con valentía cuando Dios nos pide hacer algo?
Débora era una profetiza que caminaba con Dios, ella no vivía cerca de donde estaba el problema, había una distancia de 96 km aproximadamente, entre donde ella vivía y el norte donde estaba el problema. Y aunque 96 km no parezcan mucho para nosotros hoy en día, imagínate en un tiempo donde no había transporte público, ni carreteras; pero esta mujer que vivía tan lejos del problema estaba dispuesta a involucrarse cuando Dios le dijo: tengo un plan para ti en esta batalla.
Ella recibió instrucciones de Dios, y repitió a Barac lo que Dios le había dicho (Jueces 4:6-7). No fue la idea de Débora atacar al ejército cananeo, era algo que ella había recibido directamente de Dios. Barac subió con diez mil hombres, y Débora también subió con él. Débora pudo haberse quedado y no involucrarse, pudo haberse quedado en un lugar más seguro, pero se dirige directamente donde está el problema porque sabe que ahí es donde Dios la ha llamado a estar, es ahí donde Dios la quiere.
Es fácil para nosotros(as) ver a nuestro alrededor lo que está pasando en nuestra cultura, en nuestras familias, en la iglesia, y pensar: no quiero involucrarme, prefiero quedarme aquí seguro(a) y a gusto en mi pequeña zona de confort. Pero hay veces que Dios nos está llamando a dejar nuestra zona de confort y nos dice: quiero que estés dispuesto(a) a involucrarte, ya sea en oración o tomando acción directa.
A veces preferimos quedarnos en casa donde estamos seguros y a salvo, es más fácil, es más cómodo que salir e involucrarnos en una batalla espiritual.
Para algunos de ustedes, permanecer en casa es donde está la batalla, si estás casado(a), si tienes hijos, ahí es donde Dios te ha puesto; puede que sea más fácil para ti huir, pero Dios te está diciendo: quiero que salgas de tu zona de confort y que te involucres en la guerra espiritual que está ocurriendo en los corazones y en las vidas de las personas. Y cuando Dios habla, si eres mujer u hombre de Dios, harás lo que hizo Débora, ella fue, y para ella significó dejar su lugar geográfico, para ti puede significar quedarte ahí mismo donde estás, involucrarte en esa batalla de la que preferirías huir.
Lo importante aquí es conocer la Palabra de Dios, conocer su llamado. Débora estuvo dispuesta a salirse de su zona de confort, y actuar con valentía, que su ejemplo nos motive en cada época y en cada situación de nuestras vidas. Que tengamos la valentía, que tengamos la fe y la obediencia para que hagamos y vayamos donde el Señor nos dirija.