1 Juan 5:14 “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye”.
No todo lo que pidamos a Dios nos lo dará. Ese es un pensamiento erróneo de algunos creyentes.
La condición para recibir lo que pedimos es sencilla, debe ser conforme a su voluntad. No recibimos respuestas de parte de Dios, porque no estamos alineados con los planes que tiene para nosotros. Queremos y deseamos cosas que muy probablemente con el tiempo nos alejen de él. O simplemente, pedimos y después nos alejamos.
Una de las razones principales por las que los creyentes no reciben muchas respuestas, es porque: “pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” (Santiago 4:3). Siempre estamos pensando en el dinero, las comodidades, en el vivir bien, pasarla bien. Todo eso está bien, lo malo es olvidar que en el mundo tendremos aflicción y es a través de ella que Dios moldeará nuestro carácter y formará a ese varón perfecto enteramente preparado para toda buena obra.
La única persona que sabe lo que te conviene es Dios, no reniegues si a veces su respuesta es no, más bien “dad gracias a Dios en todo” (1 Tesalonicenses 5:18). Debemos siempre hacerlo todo conforme a su voluntad y confiar que aún un “no” de parte de Dios es una buena respuesta, recuerda su promesa: “porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros” (Jeremías 29:11).
Si eres guiado por él, entonces tendrás éxito en todo lo que emprendas, si te dejas guiar por su voluntad, entonces sabrás que no todo te conviene, él es tu vallado de protección.