1 Corintios 10:10 “Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor”.
Muchos creyentes toman la murmuración como un pecado ligero. Dios no lo toma a la ligera, porque él sabe que la murmuración es altamente venenosa y ofensiva a Dios.
Cuando tú te quejas y murmuras de las circunstancias por las que estas atravesando, tú te estas quejando del Dios que las gobierna.
Tan pecaminoso es murmurar, como prestar oído a la murmuración. Si tú tienes una queja contra alguien, tienes dos alternativas: se lo dices a la persona, o te olvidas del asunto. Cuando tú decides perdonar y dejar eso atrás, tú tienes que ver que esa ofensa ya fue pagada por Cristo en la cruz del calvario.
Pero si tú no estás dispuesto a enterrarlo, entonces ve responsablemente a la persona que te ofendió y habla con ella.
Pablo nos dice en el versículo 11 y 12 “estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”
No debes confiarte, pensando que llevamos muchos años sirviendo al Señor, o que sabes mucho de la biblia. ¡No coquetees con el pecado, No coquetees con el mundo, No participes en ninguna actividad que pueda poner en peligro tu alma!