Salmos 19:1-2 “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría”.
Dios se ha revelado al hombre de dos maneras distintas: a través de su creación y a través de su Palabra escrita.
El universo está lleno de huellas que señalan al creador. El universo y todo lo que hay en él nos revela la existencia de un Dios lleno de poder y lleno de sabiduría. No hay que ser un experto en astronomía, ni contar con potentes telescopios para entender el mensaje que los cielos proclaman. Todas las maravillas del universo: el sol, la luna, los planetas, las estrellas, las constelaciones, dan a conocer la gloria del creador.
Pablo nos dice en Romanos 1:18 que Dios se revelo al hombre a través de la creación y que esa revelación es lo suficientemente clara como para que todos lo entiendan, y en Romanos 1:20 dice: “porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.
Dios hizo los cielos con voces muy claras, Dios nos está diciendo algo en su creación acerca de él mismo. El Salmos 19:3-4 dice: “No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras”. Los cielos no pronuncian palabra alguna, sin embargo, hasta el extremo del mundo, el firmamento hace oír sus palabras.
Todas las cosas creadas impactan nuestra mente y nuestro corazón. Esa naturaleza creada nos dice algo acerca de ese Dios al que nosotros llamamos nuestro Padre. Él ha puesto ahí ese lienzo fantástico, maravilloso, para que tengamos mil y un recordatorios de su poder, de su sabiduría, de su cuidado, de las cosas grandes y pequeñas. Para que pongamos en él nuestra confianza en medio de las dificultades de la vida, y podamos decir como dijo el salmista en el Salmos 121:1-2 “alzare mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra”.
Hoy te invito a reflexionar en estos versículos, y cuando a tu vida llegue temor, incertidumbre, recuerda que ese poderoso Dios que hizo los cielos y la tierra, que puso cada átomo, cada planeta, cada cosa que hay en el universo en el lugar preciso, es el mismo Dios que con esa misma precisión él cuida de ti.