Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
Para Dios el pecado es algo tan serio, que para poder salvarnos, para poder tener comunión con nosotros, su Hijo tuvo que morir en una cruz.
Dios no amo a un grupo de gente buena y amable; el amo a un grupo de gente aborrecible, pecadora. Romanos 5:8 nos dice: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Es a través de la cruz que podemos entender ese inigualable amor de Dios para con nosotros.
Ese sufrimiento que Cristo tuvo que pasar en la cruz, fue para comprarte. 2 Corintios 5:14-15 dice: “que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucito por ellos”.
Tú no te perteneces para hacer de tu vida lo que tú quieras, ni para que uses tú tiempo como tú quieras, o tus recursos los gastes en lo que bien te parezca, porque Cristo te compro a precio de sangre. Esa agonía no fue para que tú sigas viviendo para ti.
¡No rechaces el inigualable amor de Dios, ven a Cristo y rinde tu vida a él!