Mateo 7:20 “Así que por sus frutos los conoceréis”.
Muchos nombran a Jesús como el Señor de sus vidas, pero pocos viven una vida bajo el señorío de Cristo.
Creer que Jesucristo es el Señor y Salvador, y rendir tu vida a él tiene un costo; y Mateo16:24 nos dice cuál es el precio: “el que quiera venir en pos de mí, niéguese así mismo, y tome su cruz, y sígame”.
Seguir a Cristo implica abandonar tu vieja vida, para ahora vivir por aquel que murió y dio su vida por ti: Jesucristo.
A Jesús lo seguían multitudes, pero cuando Jesús les dijo cuál era el precio, muchos se dieron la vuelta y se fueron. Porque muchas personas emocionalmente siguen a Jesús, porque saben que es algo bueno, porque los puede ayudar, o porque simplemente se sienten bien. Pero cuando son confrontados y ven lo que realmente implica seguir a Cristo, ahí es cuando muchos no están dispuestos.
Mateo 7:21 dice: “No todo el que me dice: Señor, Señor entrara en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. Si has reconocido a Cristo como el Señor de tu vida, analiza si realmente haces su voluntad, o tal vez te has dado cuenta de que Cristo aún no ha sido tu Señor y Salvador.
¿Estás dispuesto a pagar el precio? Tal vez seas “bueno” a los ojos de muchos, tal vez seas una persona ejemplar; pero Cristo ve el corazón y tus frutos evidenciaran si realmente vives para Cristo.