1 Corintios 10:8 “Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil”.
El diablo siempre ha usado la inmoralidad sexual para mantener a los hombres alejados de Dios.
En la época del apóstol Pablo no había internet, televisión o anuncios como los que salen hoy en los periódicos. Hoy en día se publica mucho acerca del sexo libre, la homosexualidad e incluso usan frases como: “Tienes derecho a disfrutar de relaciones sexuales, sin miedo a embarazo o a infecciones de trasmisión sexual”.
Lo que estas personas publican acerca del sexo libre, es porque se creen con derecho de establecer derechos”. Este es el país, la sociedad en que vivimos.
Nosotros podemos protestar todo lo que queramos, pero, si como iglesia de Cristo no marcamos la diferencia, esas protestas serán en vano. Como creyente, debes estar dispuesto a ejercer el dominio propio, a poner un límite a los apetitos de la carne.
Romanos 13:12-13 nos dice: “La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia”.