Marcos 11:27-28 “Volvieron entonces a Jerusalén; y andando el por el templo, vinieron a él los principales sacerdotes, los escribas y los ancianos, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio autoridad para hacer estas cosas?”
La palabra autoridad tiene que ver con el derecho o libertad que tiene una persona para actuar. Y Jesús es y será la persona con más autoridad, pues él es Dios encarnado. Cuando Jesús hablaba lo hacía con autoridad, dice Mateo 7:28-29 que “la gente se admiraba porque les enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas”. Mientras los escribas citaban a otros maestros, Jesús les decía: “en verdad yo os digo”.
También Jesús dijo en Juan 14:6 que él era la verdad: “yo soy el camino, la verdad, y la vida”. Jesús hablaba con autoridad, pero él también tenía la autoridad para perdonar pecados, en Marcos 2 se narra la historia de un paralitico que bajaron por el techo y Jesús le dijo: “Hijo, tus pecados te son perdonados” (Marcos 2:5).
Jesús también mostro autoridad sobre las enfermedades; recordemos cuando sano al siervo del centurión (Mateo 8:13). Jesús también tiene autoridad sobre los fenómenos sobrenaturales; y Marcos 4:39 nos recuerda cuando los discípulos estaban en la barca y el Señor le dice al mar y al viento: ¡calla, enmudece!, y se hizo grande bonanza.
Dios ha dejado en la creación suficientes pruebas de su existencia, pero el hombre en su rebeldía ha decidido suprimir la verdad para no tener que reconocer que Dios es Dios. Efesios 1:20-22 dice: “que Nuestro Señor fue resucitado de los muertos y está sentado a la diestra de Dios en los lugares celestiales sobre todo principado y autoridad, poder y señorío”. Ese es nuestro Señor, él es Rey de reyes y Señor de señores.