Iglesia Cristiana Hashem

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«En Integridad y Sabiduría»

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: «En camino a un avivamiento» Libro de Zacarías (Martes) y «La Iglesia impulsada por la Biblia» (Domingos)

La puerta estrecha

Mateo 7:13-14 “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”.

El evangelio, no solo proclama un solo salvador; sino también, un solo método por medio del cual puedes ser salvo; es seguir a Cristo. En Mateo 7:13-14, el Señor pone delante de ti una elección que hacer. Por un lado tienes una puerta estrecha, cuyo destino es vida eterna; por el otro lado hay otra puerta bien ancha que conduce a un lugar de miserias sin fin. Hay solo dos posibilidades para escoger y por lo tanto una sola elección. La puerta que escojas, te llevará a un destino; tu decisión tiene consecuencias que repercutirán por toda la eternidad.

La puerta que lleva a la salvación es estrecha y el camino angosto. El Señor dijo: “todo el que quiera salvar su vida la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará” (Mateo 16:25). Para ser salvo debes venir a Cristo con la disposición de divorciarte de tu vida de pecado y de entregarte por entero a él. Debes venir a Cristo en arrepentimiento y fe. Esta puerta es estrecha y no puedes entrar cargando paquetes, muchas cosas deben quedarse afuera y una de esas cosas es el mundo y su sistema de valores, que es contrario a Dios y a su Palabra. El apóstol Juan dice: “no améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2:15). Si entras por esta puerta tienes que dejar el mundo fuera, tus pecados favoritos; Esto es darle la espalda a tu vida de pecados, determinar vivir para Dios, para su gloria, no para ti mismo. Esta también es una puerta llena de luchas, de sufrimientos, de persecuciones, Mateo 5:10-12 dice: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan… Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos”.

Muy pocos son los que entran por esta puerta, porque no quieren pagar el precio, el reino de los cielos solo los valientes lo arrebatan, la vida cristiana exige coraje y determinación (Apocalipsis 21:8). No hay mayor privilegio que transitar por el camino angosto y lo más terrible es ser esclavo del pecado, vivir sin esperanza y sin Dios en este mundo.