Jeremías 1:5 “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifique”.
Hoy quiero compartirte dos aspectos que sobresalen de este pasaje:
Primero: que fuiste predestinado desde el principio, esto quiere decir que Dios te escogió desde mucho antes. Romanos 8:30 dice: “y a los que predestino, a estos llamo”. En ti hay un llamado para cumplir ese propósito especial en este mundo, es como si hubieras venido completamente equipado para cumplir una misión y esto es para realizar su obra, darte un propósito en esta vida y cumplir con ese propósito por el cual fuiste escogido.
Segundo: fuiste santificado para una obra. La palabra para santificación en hebreo es “gadash”, la cual se traduce como “santo” o “apartado”. Entre tantos miles fuiste separado para llevar a cabo una gran misión y fuiste predestinado para hacerlo, a Dios le plació que fueras tú y solamente tú. Mira lo que dice Jeremías 29:11 “Porque yo se los planes que tengo para vosotros, dice jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
Esos son los planes que tiene el Señor, nada podrá detener lo que ya decreto para tu vida, “ningún arma forjada contra ti prosperara” (Isaías 54:17). Así que si has estado dándole vueltas al asunto es mejor que le permitas al Señor cumplir esos planes de bienestar que tiene para ti.