Salmos 31:15 “En tu mano están mis tiempos; Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores”.
Esta verdad expresada por el Rey David fue escrita cuando él había vivido y sufrido mucho. En el versiculo12 él dice que “había venido a ser como un vaso quebrado”. Pero a pesar de todas las dificultades que David había tenido que atravesar a lo largo de su vida, él sabía que podía descansar plenamente en ese Dios todopoderoso y fiel, en ese Dios de bondad y misericordia que cuida y protege a cada uno de los suyos como la niña de sus ojos.
Nuestras vidas están en las manos de Dios, David dice: “en tus manos están mis tiempos”, y esta palabra “tiempos” engloba todos los eventos y todas las circunstancias de nuestras vidas.
En Salmos 139:13, David dice: “porque tu formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre” y en el versículo 16 añade: “mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”. Todo fue determinado soberanamente por Dios, antes de que tú nacieras. Todas las cosas agradables y no agradables están en las manos de Dios.
Lamentaciones 3:37 dice “¿quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no manda? ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?”. Nosotros no tenemos el control, Dios es el que tiene el control; porque solo él tiene la sabiduría y el poder para llevar a cabo la tarea de gobernar todas las cosas que existen.
Dios dice que el que le ama, todas las cosas le ayudan a bien; porque él tiene un control absoluto sobre todas las cosas que él creo, nada ocurre sin la voluntad de Dios; él es soberano, y él es poderoso.