Juan 3:3 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios”.
Conocer a Jesús y ser salvo, se conoce en la Biblia como nacer de nuevo. Dios te limpia, te purifica y te hace nueva persona; Jesús dijo a Nicodemo que el que no naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios, así que para ser salvo e ir al cielo hay que estar seguro de que realmente eres cristiano. Por eso hoy, a la luz de la Palabra veremos cuatro señales o evidencias de que eres un verdadero hijo de Dios.
La primera evidencia de que has nacido de nuevo es que sientes una gran pasión por Dios, y por lo tanto deseas tener acceso a él, hablarle, escucharle y adorarle, es un gozo continuo que sigue a pesar de las pruebas, Jesús dijo: “el que cree en mí, de su interior correrán ríos de agua viva” (Juan 7 :38).
El verdadero cristiano tiene un verdadero deseo por congregarse y alabar a Dios, el Salmos 122 dice: “yo me alegre con los que me decían a la casa de Jehová iremos”, también dice el Salmos 84:10: “porque mejor es un día en sus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, que habitar en las moradas de maldad”. Es contradictorio que alguien diga ser cristiano y que no sienta deseo por congregarse, un cristiano real se siente mal en su corazón cuando por una causa mayor no puede congregarse.