Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”.
El mundo está lleno de ideas. Todo el mundo reconoce que existe una “necesidad humana”, que las cosas no son como deberían ser. Pero las ideas de como esta “necesidad” debe ser resuelta son infinitas.
El Evangelio revela que Jesús es el único camino, la única solución a la necesidad del hombre. En Juan 14:6, Jesús declaró:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”.
El Evangelio es absoluto. No permite ninguna solución fuera de sí mismo. No contemporiza con ninguna otra filosofía o metodología. Y esto se debe a que está totalmente enfocado en Cristo y en su trabajo en la Cruz.
Nosotros estábamos “muertos en delitos y pecados” (Efesios 2:1), éramos “hijos de ira” (Efesios 2:3), “extraños y enemigos (de Dios) en nuestra mente” (Colosenses 1:21).
Tan serio es el problema que Dios estableció una solución radical. Esta solución radical es el Evangelio.