Daniel 6:13 “Entonces respondieron y dijeron delante del rey; Daniel, que es de los hijos de los cautivos de Judá, no te respeta a ti, oh rey, ni acata el edicto que confirmaste, sino que tres veces al día hace su petición”.
Estos hombres actuaron con mucha astucia, ellos escondieron lo que realmente había en su corazón, disfrazándolo con una aparente preocupación por la autoridad del rey. Ellos sabían perfectamente que Daniel respetaba al rey, y que era incapaz de desobedecer una ley por caprichos; pero tuercen la información para obtener lo que querían.
En todas las épocas y edades han existido personas corruptas que manipulan los hechos para salirse con la suya. Recordemos cuando acusaron a nuestro Señor Jesucristo ante Pilato diciendo que era un blasfemo, y como sabían que eso no era suficiente para llevarlo a la muerte, entonces dijeron: “este hombre pervierte a la nación, y prohíbe dar tributo a César, y dice que él es un rey” (Lucas 23:1-3).
Querido hermano, no te extrañes cuando veas a las personas actuando así; una persona controlada por su egoísmo no es confiable y la mayoría de las personas no lo son, porque la mayoría de las veces manipulan la información para obtener lo que quieren.
Una persona egoísta está más preocupada por su bienestar que por la verdad. Pero quiero decirte que hay un solo ser en todo el universo en quien podemos confiar plenamente. Jeremías 17:7 nos dice: “Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová”. Qué bueno es confiar en alguien que no miente y es fiel a su palabra, y su carácter es inmutable.
Si tú eres un creyente debes obedecer a lo que Cristo ordena en su Palabra. Mira lo que dice Mateo 5:37 “Pero sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es mas de esto, de mal procede”. Como hijo de Dios no puedes usar las palabras a tu conveniencia, ni manipular la información.
Recuerda que “de toda palabra corrompida que salga de tu boca darás cuenta algún día”; Testifica quien realmente gobierna tu vida.