Iglesia Cristiana Hashem

Iglesia Cristiana Hashem

«En Integridad y Sabiduría»

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: «En camino a un avivamiento» Libro de Zacarías (Martes) y «La Iglesia impulsada por la Biblia» (Domingos)

Por amor a Cristo

Marcos 15:40-41 “También había algunas mujeres mirando de lejos, entre las cuales estaban María Magdalena, María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salome, quienes, cuando él estaba en Galilea, le seguían y le servían; y otras muchas que habían subido con él a Jerusalén”.

El Evangelio de Marcos nos relata que había un grupo de mujeres que se habían quedado con Jesús hasta la crucifixión, y esas mismas mujeres siguieron a José de Arimatea para ver donde llevarían el cuerpo.

A la madrugada del domingo fueron a ungir el cuerpo del Señor. Esto era algo que los judíos acostumbraban hacer con el cadáver de sus seres queridos como una expresión de amor, y el único propósito del ungimiento era tapar el mal olor que expelen los cuerpos cuando comienzan el proceso de putrefacción. De manera que esas mujeres querían tener la oportunidad de servir por última vez a su Señor y Maestro.

Recordemos que todos habían abandonado al Señor, incluyendo a sus discípulos. Pero este grupo de mujeres todavía seguían siendo fieles a Jesús. Estas mujeres se movieron a hacer lo que ellas entendían que debían hacer, porque el amor a Cristo las movía hacerlo.

El verdadero amor a Cristo es aquel que nos obliga a salir de nuestra zona de confort, para servirle a él, movidos únicamente por nuestro amor a él. Te invito a que te examines por un momento y pienses ¿qué es lo que te mueve a servir a Dios? ¿Qué es lo que te impulsa a hacer lo que tú haces cada día en tu trabajo, por tu familia, o cuando estas luchando contra las tentaciones que diariamente combaten contra el alma?

El apóstol Pablo  decía: “estimo todas las cosas como perdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:8). Y 2 Corintios 5:14-15 dice: “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucito por ellos”.

Estas mujeres se levantaron muy de mañana en un tiempo difícil a ungir a su Señor. Pero, ¿qué hay de ti? Debes pedir a Dios que te conceda crecer en su amor ferviente, que te de esa pasión por él. Que deposite en ti un amor que te impulse a salir de tu zona de confort, para gastar tu vida para él.