Lucas 15:18 “Me levantare e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”.
Hay muchas circunstancias que hacen que te separes de la presencia de Dios. El pecado es una de las principales, pues cuando pecas esa comunicación con el Padre se rompe inmediatamente, otra razón son las pruebas, en medio de ellas lo dejas todo tirado y te alejas. La Biblia nos habla de la parábola del hijo pródigo y del recibimiento que hizo el padre cuando el hijo regresa a casa.
Lo más importante que puedes hacer cuando te alejas de Dios es tomar la firme determinación de volver a tu Padre. Al tomar esta decisión deberás tener en cuenta dos aspectos fundamentales:
Uno, el arrepentimiento, porque sin arrepentimiento no habrá perdón. El segundo aspecto es la conversión, ya que con ella decidimos no volver a pecar, a cometer la misma falla. Con estas dos condiciones puedes volver a casa, y tu Padre, de seguro, preparara gran banquete para recibirte y dirá: “porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido y es hallado” (Lucas 15:24).
No sé en qué condiciones espirituales te encuentres. Pero si eres aquel hijo prodigo del cual habla la Palabra, déjame decirte que aun estas a tiempo de volver en sí, regresar al camino original. Hoy es un día de tomar decisiones radicales y “determinaras una cosa y te será firme” (Job 22:28). ¿Quieres volver a experimentar lo que es estar en la presencia de Dios? Entonces, ya es tiempo de volver a casa; ¡Tu Padre te espera!