Iglesia Cristiana Hashem

Iglesia Cristiana Hashem

«En Integridad y Sabiduría»

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: «En camino a un avivamiento» Libro de Zacarías (Martes) y «La Iglesia impulsada por la Biblia» (Domingos)

Remodelación

Efesios 3:17-19 “Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

Cuando Cristo vino a nosotros, él nos encontró en muy malas condiciones, pero él ha decidido trabajar en nuestro hombre interior, en nuestra personalidad, intelecto, voluntad, conciencia y en nuestras emociones; hasta hacer de nosotros una morada cada vez más confortable para sí mismo.

Las remodelaciones son incomodas, hay polvo, tiradero y a veces queremos salir corriendo; pero en lugar de eso, debemos hacer lo que hizo Pablo (Efesios 3:14-16), pedir en oración que el poder del Espirítu continúe obrando en nosotros la remodelación que nosotros necesitamos. Esta petición es una súplica para ser santos, para pensar, actuar y hablar de formas que sean agradables para Cristo.

Cristo nos ama con un amor que es difícil de comprender, Pablo dice que crezcamos en el conocimiento de ese amor y que lo percibamos experimentalmente en nuestras vidas. No es lo mismo decir: “Cristo me ama”, a, verdaderamente sentir en lo más profundo de nuestros corazones el amor de Dios. Y para que eso sea posible, debemos estar “arraigados y cimentados en amor” (Efesios 3:17). Pablo también dice que seamos fortalecidos en el hombre interior, para que Cristo tenga una morada más confortable en nosotros y yodo eso, para que seamos llenos de la plenitud de Dios.

Para que sigamos avanzando en nuestro proceso de madurez y crecimiento espiritual, como templo que somos de Dios. Cuando la Biblia habla de ser lleno de algo, es que estamos dominados por eso. Ser llenos de la plenitud de Dios, es ser completamente dominado por el carácter de Dios, su amor, su sabiduría, misericordia, bondad, paciencia, y todas aquellas características  que describen a nuestro Dios.

Si la gloria de Cristo no es revelada en todo lo que hacemos, de nada nos sirve llamarnos “cristianos”. ¡Cristo debe brillar a través de tu vida! y estamos aquí para proclamar el Evangelio.