Salmos 90:10 “Los días de nuestra edad son setenta años; y si en los más robustos son ochenta años; Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo, porque pronto pasan y volamos”.
¿Alguna vez has pensado que la vida es solo trabajo arduo e insignificante? Hoy veremos una perspectiva bíblica para momentos en los que te sientes así.
En este pasaje, Moisés no solo nos dice que la vida es corta, sino que ese corto lapso de vida está lleno y caracterizado por trabajo y pesar.
Esa palabra trabajo nos habla de una labor pesada, de angustia, de tribulación; es una palabra que significa “arduo”. La vida sin Dios es ardua y no tiene sentido, es pesar, es repetitiva, laboriosa, es vacía. Y eso nos muestra lo dura que es la vida de aquellos que viven apartados de Dios.
Únicamente por la gracia de Dios el trabajo y las penas de la vida pueden tornarse en un servicio productivo y fructífero para Cristo, y tener gozo en vez de tristeza. Hay veces que el trabajo parece ser muy agobiante, otros días tenemos cosas por hacer que parecieran ser muy emocionantes, que son cosan muy importantes, pero cuando vemos este pasaje recordamos que aun cuando estamos haciendo cosas que son importantes, en realidad somos solo un vapor, nuestras vidas son muy cortas.
En el v17 de este salmos podemos ver dos peticiones finales de Moisés: “y sea la luz de Dios sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; si, la obra de nuestras manos confirma”. Oremos para que el Señor establezca el trabajo de nuestras manos, entreguemos a el nuestro trabajo.
Cuando el establece el trabajo de mis manos, el confirma el trabajo y entonces ese trabajo pasa a ser un acto de adoración, y es santificado por su presencia.
No sé qué clase de trabajo tienes que ofrecerle al Señor, pero el trabajo de cada día debe ser presentado a Dios. Tu trabajo tal vez sea preparar comida para tu familia, lavar ropa, cuidar a tus hijos, enseñar en una escuela; cualquiera que sea tu trabajo llévalo al Señor en oración y dile que tu vida es demasiado corta como para desperdiciarla, que no quieres pasarte la vida simplemente trabajando como si estuvieras dando vueltas sin sentido. Invierte tu vida de forma que traiga gloria a su nombre, deja que transforme tu trabajo en algo que tenga significado para su reino.
Él puede transformar esa vida dolorosa y corta, en una vida abundante y gozosa, tal vez que no será siempre fácil, pero estará llena de esperanza.