Iglesia Cristiana Hashem

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«En Integridad y Sabiduría»

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: «En camino a un avivamiento» Libro de Zacarías (Martes) y «La Iglesia impulsada por la Biblia» (Domingos)

Seguir la santidad

Hebreos 12:14 “seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie vera al Señor”.

Hay una santidad sin la cual nadie vera al Señor; y aprender a vivir en santidad por fe en la gracia venidera es sumamente importante.

Muchos viven como si esto no fuera así. Hay cristianos profesantes que viven vidas tan impías, que escucharan estas terribles palabras: “Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:23). Recordemos lo que el apóstol Pablo dice en Romanos 8:13 “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”.

Hay otra forma de seguir la santidad que conduce a la muerte, y Pablo nos advierte en contra de servir a Dios de otra manera que no sea por fe en su gracia que nos capacita. Hechos 17:25 dice: “ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas”.

Cualquier esfuerzo por servir a Dios que no dependa de él como la recompensa de nuestros corazones y el poder de nuestro servicio, lo deshonrara como un dios pagano que está necesitado. 1 Pedro 4:11 nos dice: “el que sirve que lo haga por la fortaleza que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado mediante Jesucristo”.

Romanos 15:18 dice: “Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mi”. Y 1 Corintios 15:10 dice: “Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo”.

A cada momento la gracia llega para capacitarnos para hacer “toda buena obra” que Dios ha preparado para nosotros. Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para nosotros, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abundéis para toda buena obra” (2 Corintios 9:8).

La batalla por las buenas obras es una lucha por creer las promesas de la gracia venidera.