1 Pedro 1:13 “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”.
La idea de esta expresión de “ser sobrios” es que como creyentes cada uno de nosotros somos llamados a tener una actitud sensata, equilibrada, que debemos ejercitarnos en el dominio propio.
Es ser disciplinados, ser congruentes y moderados en nuestras actitudes, en cómo vamos hablar, en la manera que vamos a reaccionar, en cómo nos vamos a conducir como creyentes. La sobriedad requiere tener prudencia aun en los momentos en que nuestros derechos están siendo cuestionados.
1 Tesalonicenses 5.6 nos dice: “Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios”, y Tito 2:11-12 dice: “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente”.
No debemos actuar basados en nuestras emociones, en lo que estas experimentando en medio de sufrimientos, tú tienes que actuar con cordura.
Hermanos, estamos llamados a vivir una vida cristiana con cordura y sobriedad.