Mateo 7:24-25 “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edifico su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca”.
La diferencia en la construcción de nuestra vida, no está en el material que uses. La diferencia está en el lugar donde estamos construyendo nuestra vida espiritual. Puedes hacer una casa con palillos, pero que sea sobre la roca que es Cristo.
La diferencia está bajo la casa, donde se sostiene. La diferencia está en tu corazón en tu mente, en tus pensamientos, deseos, ilusiones, metas, en tu intimidad con Dios, donde solo Dios te puede ver, esa es la diferencia. Todo lo que haces, todo lo que dices, todo lo que piensas que sea por Cristo, de Cristo, para la gloria de Cristo y en obediencia a Cristo.
Así lo hizo el hombre sensato, el construyo sobre la roca pensando en los días malos, difíciles, construyo una casa firme, pensando en los días de enfermedad, donde se pondría a prueba su paciencia, su integridad, su fe. ¿Estas construyendo tu vida cristiana pensando en esos días difíciles?
Nuestro cristianismo tiene que ser autentico, sincero, de corazón. Juan 15:14 dice: “si me amáis guardad mis mandamientos” Juan 14:21 “el que tiene mis mandamientos y los guarda, este es el que me ama”. Juan 14:23 “el que me ama mi palabra guardara”.
¿Quieres dejar una casa firme sobre la roca? Y que puedan decir: era un hombre de fe, amaba al Señor Jesucristo sobre todas las cosas, y le servía y le obedecía. Tuvo una vida difícil vinieron pruebas muy duras pero él se mantuvo firme en la Palabra, en la oración.
Si le amamos aplicaremos estas palabras a nuestras vidas, le buscaremos en oración, en su Palabra, en alabanzas. Y vendrán pruebas y dificultades, pero en medio de eso, que puedas ser como Job en la enfermedad, como Daniel en medio de los leones, y como José en prisión.