Éxodo 20:7 “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano, porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano”.
Existen expresiones coloquiales que tendemos a usar cuando nuestro grado de frustración crece. En esos momentos es cuando muchas cosas feas pueden empezar a nacer en nuestro corazón. La Palabra nos enseña en Mateo 15:19, “que del corazón salen los malos pensamientos”.
Es en esos momentos donde nuestra templanza es puesta a prueba, de nuestro corazón que salen toda clase de pensamientos que son malos, y mencionar el nombre de Dios en una situación como ésta, en la que todo lo que nos viene a la mente es lo malo, simplemente estamos tomando su nombre en vano.
En 2 Timoteo 1:7 dice: “porque Dios nos ha dado espíritu de poder, de amor y de dominio propio”. Es decir, que ante cualquier situación en la que nos saquen de nuestras casillas, primero debemos tener el poder para que en esa situación no sea robada la bendición que hemos recibido de parte de Dios. En segundo lugar, debemos pensar en función del amor, es decir pensar en vencer el mal con el bien, tal cual lo establece su Palabra en Romanos 12:21.
Y por último, dominar nuestro viejo hombre cuando sea puesto a prueba. Debemos reemplazar lo que mal hacíamos por lo que nos enseña Dios en su palabra, la cual es nuestro manual de vida. Si tu costumbre es tomar su Santo nombre en vano, ya es hora de erradicar lo malo de tu vida y empezar a poner en práctica este mandamiento, aplicando la solución que el mismo Dios nos da. Ha llegado la hora de que mejoremos esa parte de nuestra vida y no volver a tomar su nombre en vano.