Marcos 7:37 “Y en gran manera se maravillaban, diciendo: Bien lo ha hecho todo; hace a los sordos oír, y a los mudos hablar”.
¡Jesús es un salvador lleno de compasión, lleno de poder, lleno de sabiduría y que todo lo hace bien!
En Génesis 1 podemos ver a Dios creando todas las cosas y vemos constantemente a Dios poniendo ese sello de aprobación: “Y vio Dios que era bueno” (Génesis 1:25). Dios es el creador del universo, de las galaxias, él es aquel que ha hecho todas las cosas que nuestros ojos ven. Juan 1:3 dice: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”.
Jesús lo hizo todo bien al principio, y lo seguirá haciendo bien.
Esto es algo que necesitamos recordar una y otra vez, sobre todo cuando estamos en medio de situaciones que parecen no tener ninguna salida. Nuestra oración debiera ser: “Señor, yo no entiendo lo que tú estás haciendo en mi vida, pero sé con toda certeza que tú todo lo haces bien”.
Cuando Jesús calmaba la tempestad, el mar se ponía como espejo. Cuando Jesús sanaba a los enfermos, quedaban completamente sanos, sin ninguna secuela de la enfermedad. Y cuando dio su vida en la cruz, él compró para nosotros una salvación perfecta.
Jesús no ha hecho, ni hará ninguna cosa a medias, todo lo que él hace, lo hace bien. Si Dios entrego a su propio Hijo a morir por ti y por mí en una cruz, cuando éramos sus enemigos, ¿acaso será posible que en algún momento se olvide de ti?
Hermano(a), recuerda sobre todo cuando estés en medio de situaciones adversas, que él puede hacer lo que tú no puedes hacer. Y que él te ama lo suficiente como para hacer, no lo que tú quieres, sino lo que tú necesitas, ¡Él lo hace todo bien!