2 Corintios 5:7 “Porque por fe andamos, no por vista”.
Tal vez te hayan dicho que “para el que cree todo le es posible” (Marcos 9: 23), y a lo mejor, aún existen dudas en tu mente respecto a si podemos usarlas como sinónimos. La palabra fe puede tener varias acepciones, una de ellas es creer, ciertamente. Y hoy quisiera hablarte de fe en el sentido de creer, porque si crees verás la gloria de Dios manifiesta en tu vida.
¿Sabes a qué hace referencia el andar? A caminar con Cristo. Y es que muchas veces las cosas no son lo que parecen ser, pueda que tu circunstancia sea totalmente opuesta a lo que has escuchado de parte de Dios, pero al andar con Cristo, tu convicción debe ser una realidad sobrenatural.
Una característica de andar por fe es que Dios siempre se ocupará de tus cosas y cada promesa que te haya hecho tendrá su cumplimiento en su tiempo.
Es hora de llamar las cosas que no son, como si fuesen (Romanos 4:17). Si Dios te está haciendo pasar por el desierto es porque aún en medio de él podrá bendecirte y cumplir sus promesas, él tiene el control. Tu realidad natural está allí para hacerte creer lo imposible, pero las promesas y la Palabra de Dios están para darte esperanza, para decirte que sí es posible. Romanos 10:17 dice que “la fe viene por el oír la Palabra de Dios”. Jesús le dijo al padre de un muchacho endemoniado que si creía, todo le sería posible, y él así lo creyó porque vino por la Palabra del Señor Jesús (Marcos 9:14-27). Tu desierto debe ser la excusa perfecta para entender que en ti hay un llamado y un propósito, solo necesitas ser obediente para ver la mano de Dios actuar a tu favor. Dios tiene el control de tu desierto.