Hebreos 11:5 “Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios”.
Enoc comenzó su camino por medio de la fe, y continúo caminando por trecientos años hasta que Dios se lo llevo al cielo. Y es por esa misma fe que todo creyente debe caminar día tras día.
Cuando en medio de la tentación, tú contemplas por la fe la gloria y la hermosura de nuestro Salvador, su gracia, y su bondad; entonces podrás resistir eficazmente el engaño del pecado. Porque veras que ninguna cosa de este mundo es tan grandiosa y tan placentera como para perder a Cristo por ella.
En Hebreos 11:24-26 dice: “por la fe Moisés, hecho ya grande, rehúso llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón”.
Querido hermano(a), la comunión con Dios se inicia y se sostiene con un sin números actos de fe a lo largo de toda nuestra vida
Por esa fe nosotros podemos mantenernos firmes en medio de la tentación, en medio de las dudas, del temor. Cuando pasemos por momentos de desaliento y cansancio. Y cuando finalmente nos llegue la hora de atravesar por el valle de la sombra de muerte; por fe, nosotros veremos a nuestro Salvador a nuestro lado llevándonos a la otra orilla, donde ya no tendremos nunca más que vivir por la fe.