Iglesia Cristiana Hashem

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“En Integridad y Sabiduría”

Estudio Bíblico (Martes, 5:00 PM)   |   Culto de Confraternidad (Domingos, 12:00 PM)

Series Activas: “En camino a un avivamiento” Libro de Zacarías (Martes) y “La Iglesia impulsada por la Biblia” (Domingos)

El gran amor de Dios

Salmos 8:3-8 “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites? Le has hecho poco menos que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: ovejas y bueyes, todo ello, y así mismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar”.

Dios tiene un afecto único y especial por los seres humanos, a diferencia de las mariposas, las flores, las tortugas o los peces, el hombre y la mujer fueron creados a imagen de Dios, para reflejar la gloria de Dios.

Todas estas cosas que dice el salmista son maravillosas y sorprendentes a nuestros ojos, sobrepasan nuestra mente y nos hace pensar en quienes somos. Hoy la humanidad le ha cambiado las etiquetas a los precios de la creación; devaluando la vida humana y dándole más valor a otras cosas creadas.

En Mateo 6:26-30 vemos este contraste cuando dice: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni ciegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas? ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? Y por el vestido, ¿Por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, como crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos…”

Podemos ver las prioridades de Dios; el cuida a las aves, las alimenta, el viste las flores; pero la forma en la que el cuida de nosotros es única y distintiva. Dios pone su afecto y atención de manera especial sobre los seres humanos. A través de los evangelios podemos ver el corazón tierno y amoroso de Jesús por las personas, aun por aquellas que están necesitadas, oprimidas, por los niños.

Y esto es un recordatorio para cada creyente, de tener afecto, cuidado y compasión por los demás. Jesús no dejo su esplendor y vino a esta tierra, tomo forma de siervo y vivió en este planeta por treinta y tres años solo para morir por los árboles, o los peces. El murió por almas humanas, pecadoras y caídas. Este es el gran amor de Dios por cada vida humana.